Un legado de la época de Al Ándalus en la que los baños se distribuían por todos los barrios de la ciudad. Este hammam se localiza en pleno casco histórico y es una oportunidad perfecta para darse un capricho y relajarse tras un día de caminata.
Lo que más diferencia los baños árabes antiguos respecto a los baños árabes que conservamos en uso hoy en día es sobre todo, la finalidad de éstos. En la antigua civilización andalusí, eran lugares en los que los hombres se reunían para hablar de negocios, para debatir sobre todos lo que acontecía en la sociedad, incluso para jugar al ajedrez. Respecto a las mujeres, sucedía lo mismo. Era un momento de compañerismo, de ponerse al día. Por supuesto, en rigurosos turnos de uso, ya que la tradición era que los hombres y mujeres tuvieran días separados para disfrutarlos.
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