Ajo Caliente en Jerez: La Tapa Tradicional que Sabe a Casa

Si alguna vez has paseado por las calles de Jerez en otoño o invierno, sabes que el aire no solo huele a vino y azahar, sino también a recuerdos. Uno de esos recuerdos se sirve caliente, humeante y con pan: el ajo caliente, una tapa humilde y poderosa que forma parte del alma gastronómica jerezana.

Más que una receta, el ajo caliente es un abrazo en forma de plato. Hecho con ingredientes sencillos —pan, tomate, ajo, pimiento y aceite de oliva—, tiene el poder de transportar a quien lo prueba a una cocina de abuela, con cazuela de barro y brasero encendido.

Este plato tienen su origen en los cortijos que rodean a Jerez y lo solían tomar los trabajadores de los campos y viñas. Se ha conservado a través de los años y es fruto de la cocina del aprovechamiento, se pasa de madres a hijas la elaboración con un cariño especial.

En muchos bares tradicionales de Jerez, todavía se sirve con orgullo como tapa de invierno. Es una forma de resistencia culinaria: sabores que no se rinden al paso del tiempo y que siguen conquistando paladares. No solo es sabroso, es identidad.

¿Dónde probar el mejor ajo caliente en Jerez? Hay rincones que lo hacen como antaño: con mimo, sin prisas, y acompañado de un buen mosto o fino. Y si nunca lo has probado, este es tu cartel luminoso: ve, pide uno, y prepárate para sentir la historia en cada cucharada.

Tapeo de otoño, invierno.

Ingredientes:

Tomates, Ajo, Pimientos Verdes, Sal, Agua Caliente, Telera de pan asentada, Aceite de Oliva, Rábanos. Jamón, Huevo duro.

Acompañado de un buen Vino Fino y un buen Mosto.

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